Emprender no es solo construir un negocio. Es construirte a ti misma en el proceso.
Y en esa evolución constante, hay una mentalidad que se convierte en tu mejor aliada: el Growth Mindset. No es una frase de moda. Es una estrategia. Es la arquitectura interna que sostiene tu crecimiento cuando el mundo exterior parece moverse más rápido que tú. Emprender es una montaña rusa emocional. Hay días que te sientes imparable, y otros donde te preguntas si realmente estás hecha para esto. Lo que marca la diferencia no es cuántas veces dudas, sino cuántas veces eliges aprender y crecer desde ahí.
El Growth Mindset —o mentalidad de crecimiento— es más que una frase bonita. Es una herramienta poderosa que redefine cómo te enfrentas a desafíos, fracasos y momentos de incertidumbre. Y si hay algo que he comprobado liderando The Orange Box y Smartopsify, es que la forma en que piensas sobre tu crecimiento… define hasta dónde puedes llegar.
Este artículo no es para que te motives un rato. Es para que tomes decisiones conscientes sobre cómo piensas, actúas y lideras. Porque si quieres crecer en serio, necesitas revisar las creencias que te sostienen… o te sabotean.
¿Qué es realmente el Growth Mindset?
Carol Dweck, psicóloga de Stanford y autora del libro Mindset, define el growth mindset como la creencia de que tus habilidades pueden desarrollarse con esfuerzo, estrategia y retroalimentación. Es lo opuesto al «fixed mindset», que cree que tus capacidades son innatas y estáticas.
En otras palabras: una emprendedora con growth mindset no ve errores como fracasos, sino como información valiosa. No ve el éxito de otras como amenaza, sino como inspiración.
Señales de que tu mentalidad necesita expansión
- Te autosaboteas cuando estás a punto de escalar.
- Evitas lanzar algo si no sientes que está «perfecto».
- Te cuesta celebrar logros porque ya estás pensando en el siguiente nivel.
- Te comparas constantemente y te olvidas de tu propio proceso.
Etapas clave donde tu mentalidad puede impulsarte… o frenarte
1. El inicio: de la idea a la acción
Aquí la parálisis por análisis es común. El growth mindset te permite lanzar en versión beta, aprender del feedback y mejorar sobre la marcha.
2. El crecimiento: de tú sola a tener un equipo
Requiere soltar el control, confiar y aprender a delegar. El fixed mindset grita: “nadie lo hará como yo”. El growth mindset dice: “voy a enseñar mi forma, y abrirme a que otros mejoren el proceso”.
3. La expansión: de estabilidad a escalabilidad
Aquí toca romper techos mentales. Cambiar creencias sobre el dinero, el éxito, el liderazgo y la visibilidad.
Herramientas y prácticas para nutrir tu mentalidad expansiva
- Reescribe tu narrativa interna: Cambia «no soy buena en ventas» por «aún estoy aprendiendo a vender desde mi estilo».
- Haz un inventario mensual de logros: Usa apps como Daylio, Journey o sólo notas de voz donde reconozcas avances, incluso los invisibles para otros.
- Rodéate de otras mentes expansivas: Masterminds, mentorías, círculos. La mentalidad también se contagia.
- Crea rituales de fracaso consciente: Celebra lo que lanzaste aunque no funcionó. Anota lo aprendido. Míralo con neutralidad.
- Recuerda que tú eres tu mayor activo: Invierte en terapia, coaching, descanso y juego. El crecimiento no solo se construye trabajando.
Citas que me marcaron (y espero te inspiren)
✨»You are not meant to repeat yourself. You are meant to evolve.» – «No estás hecha para repetirte. Estás hecha para evolucionar.» Brianna Wiest, The Mountain Is You.
✨»No hay mayor libertad que la de aceptarte tal cual eres, con tus luces y sombras, sin culpa ni vergüenza.» – Walter Riso, Maravillosamente imperfecto, escandalosamente feliz.
En conclusión
Tu negocio, proyecto o tu vida misma, sólo crecerá hasta donde crezca tu mentalidad.
Y eso no significa nunca dudar, nunca fallar o tener todo bajo control. Significa aprender a ver cada reto como parte del proceso de expansión que mereces vivir.
¿Y tú? En qué área de tu vida o negocio necesitas hoy una dosis extra de mentalidad expansiva?